Hundido en tu existencia
Como es posible que no me percatara antes. Esta sensación de inmensidad, de gozo y alegría, no es más que la punta del iceberg. Tengo todo un mundo por descubrir. Hasta el día de hoy puedo decir con certeza que no me conozco del todo y no soy capaz de descifrar mis preguntas.
¿Qué debo hacer? ¿Por qué siento este vacío por dentro? ¿Cuál es mi destino?
Siempre busqué la respuesta, pero me resigno. ¡Ya no más! He de parar por un instante y pensar por y para mí mismo. Necesito un reajuste, necesito un nuevo lado del asunto. Quiero ser libre para construir mi mundo a mi parecer.
No son más que deseos superficiales y egoístas.
¿Cómo he de vivir en un mundo vacío? Los necesito a todos.
Mi mañana sin montarme en un carrito no está completa, creo que hasta me agrada el tener que mirar el mundo desde allí. Qué belleza nos aguarda el mismo, que ignorantes somos.
No hay día completo sin mirarte sonreír. Sé que me acostumbro fácil, pero tu sonrisa, aunque a veces disimule un gran dolor, tiene ese efecto en mí. Haces que mi mundo gire. Haces que vaya de aquí para allá como un ángel de amor, lleno de entusiasmo, lleno de ese humor que me representa. Quiero ser tuyo. Aunque no lo aceptes así, quiero ser tuyo.
Nacer en tu mirada y morir en tus sonrisas. Quiero anhelarte. No sé cómo me siento, es extraño sentirme así, es algo desconocido. Muéstrame tus alas. Sé que eres una enviada del cielo, no lo niegues, sé que has venido a hacer de nuestro mundo un lugar mejor, pero, ¿Cómo te ayudo Corazón?